Ganar vs Amar

El éxito mundano es un exceso, si no es usado hacia el objetivo de la igualdad de todos. Destacaría únicamente al ego, el cual vive de lo excluyente y de la sensación de sentirse especial o diferente. 

Sentirnos especiales por ganar en cualquier empresa o sobre cualquier asunto nos parece muy excitante. Sentirnos aplaudidos y elevados material o espiritualmente nos parece brindar un enorme alivio. Pero, por cierto, es muy poca cosa frente al amor expresado por despojarnos de intereses, o cuando nos desprendemos de una expectativa personal, o para honrar a un hermano, para contribuir a un conjunto, para liberarnos de una necesidad inventada, o para comprendernos en nuestra profundidad ilimitada.

Justamente cuando perdemos, es que sentimos perder todo aquello que es digno de ser perdido, ya que es sostenido desde el miedo a perderse. Perder es la impresión del que cree poseer lo efímero, por lo tanto: ¡pierde! … y gana todo aquello tan real que no necesita ser protegido.

Únicamente amar es ganar. Brindarse es la ganancia del abundante. Gano cuando acepto la naturaleza temerosa que me habita, la observo, la abrazo y no la juzgo. Esa luz producida internamente concede unión entre los hombres. 

Jamás se gana frente a un hermano, pero tampoco se pierde. Solo un propósito mental opuesto al amor puede fallar en tal medición.

Al ser nosotros partículas conscientes de la Fuente Divina, podemos sentirLa. Es Ella quién sabe cuándo y en qué lugar se está buscando la Vida y Su amor, 

…y allí mismo es entregado.

Por Rodrigo Joaquín del Pino (Rama)

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